En un mundo de sombras y luces,
Donde la diversidad florece sin fin,
Se alza la voz que la discriminación diluye,
Y la igualdad canta su melodía sin fin.
En cada mirada, en cada corazón,
Reside el derecho de ser, de amar, de existir,
Sin muros ni barreras, sin prejuicio ni aflicción,
Donde todos, sin excepción, tienen derecho a sonreír.
La diferencia es nuestro tesoro más preciado,
Un tapiz de colores, de historias, de sueños,
Que enriquece la vida, el alma y el legado,
Y nos muestra que somos, en esencia, seres dueños.
No juzgues por raza, religión o creencia,
Por género, por edad, por preferencia o por nación,
Pues en cada ser palpita la misma esencia,
La búsqueda de amor, de respeto, de comprensión.
Abrazar la diversidad es nuestro deber,
Construir puentes, derribar muros, unirnos en la acción,
Porque en la unidad yace la verdadera fuerza,
Y en la no discriminación, la más pura inspiración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario